Té negro, rojo o verde, la milenaria bebida (la más consumida en el mundo después del agua!) ha hecho irrupción con fuerza en nuestro país hace pocos años y ya no es tan raro encontrar locales con una carta especial de tés y tiendas especializadas en su venta. Y es que el té no sólo tiene esta dimensión de estimulante que comparte con el café, sino que también existe una gran variedad que aporta bienestar y salud a nuestro organismo. Por ejemplo, el té blanco tiene un alto poder antioxidante, mientras que el té rojo nos ayuda a relajarnos. Deulonder sabe que los sibaritas del té necesitan un buen espacio para su conservación, ya que a menudo les gusta variar con los diferentes aromas y gustos. También para disponer los diferentes juegos de teteras y tazas, así como de infusores. La preparación variará según el tipo de té. Lo más práctico para hervir el agua son las hervidoras eléctricas, las llamadas kettles,  aunque también existen las tradicionales que se calientan en la cocina. Deulonder propone el grifo de agua hirviendo instantánea Qooker, que tiene múltiples aplicaciones. El tiempo de infusión variará según el tipo de te y el gusto del consumidor. Sin embargo, es mejor verter el agua en la tetera cuando esté entre 85 y 95 grados, si no se puede quemar y amargar. En otros casos, como en el del recomendable kukicha japonés, un té verde de alto nivel antioxidante y bajo contenido de taninos y teína, se tiene que hervir durante unos minutos y por eso será necesaria la preparación de una olla pequeña. El té a la menta marroquí es otro de los casos en que será necesario dejar hervir durante un rato el te para que tome cuerpo. En este caso resulta indicado usar un buen Gunpowder, té verde de la China y unas hojas de menta. ¿Sabían que se llama gunpowder porque forma pequeñas bolitas que explosionan al abrirse igual que pólvora de cañón?  Que empiece la ceremonia!

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