«El chocolate siempre nos evoca cosas buenas»
Care Santos nos habla de Desig de xocolata, la novela ganadora del premio literario Ramon Llull 2013
Tu novela enlaza la vida de tres mujeres de épocas diferentes alrededor del chocolate y una chocolatera de porcelana blanca. ¿Por qué elegiste este alimento?
El chocolate nos acompaña toda la vida y enseguida nos evoca cosas buenas. Ahora bien, el chocolate es una excusa para tratar otros temas, de la lucha de estas mujeres contra su destino, pero también del amor a la vida y de las pasiones.
¿De dónde surgió la idea?
Mientras me estaba documentado para otra novela topé por casualidad con un chocolatero catalán del siglo XVIII, Fernàndez, que inventó la primera máquina para hacer chocolate sólido (antes siempre se bebía). Fue tan sonado que incluso de París enviaron una comisión para investigar el artefacto. Durante un tiempo estuvo expuesta en el Gremio de Chocolateros y después desapareció, igual que Fernàndez, sin dejar rastro.
¿Qué tienen en común las tres mujeres, Sara, del siglo XXI, Aurora, del XIX, y Mariana, del XVIII?
Nada, csólo que cada una es hija de su época. Sara es una mujer moderna e independiente que tiene su propia empresa; Aurora es de clase baja y de entrada tiene el futuro hipotecado, pero por un giro inesperado de los acontecimientos podrá cambiar su destino. De hecho, su caso es un reflejo de la sociedad de clases de la época. Finalmente Mariana, que está inspirada en un caso real, es la más batalladora porque se enfrenta con un gremio de chocolateros muy machista y que le impide ser maestro. Algunos, sin embargo, decían que hacía el mejor chocolate de Barcelona….
Reivindicas Barcelona como capital del chocolate.
Es cierto que cuando se habla de chocolate enseguida pensamos en París, Bruselas o Zurich, pero Barcelona tiene muchos buenos maestros chocolateros, como el mismo Fernàndez el XVIII, o ahora por ejemplo Escribà, me refiero a Antoni Escribà, el padre, que escribió un manual sobre arquitectura del chocolate en los años sesenta que se tradujo a cuatro idiomas.
Care Santos confiesa que le gusta todo tipo de chocolate pero siente deleite por las experiencias fuertes, como por ejemplo un chocolate mezclado con pimienta y picante, o, muy refrescante, con mango.
Un truco? «Para quedar bien con un postre, nada mejor que mezclar chocolate con fruta. Siempre quedas bien.»
Deulonder, consciente de que la pasión por el chocolate es mayoritaria -«el 90% de la población dice que le gusta y el 10% restante miente», sonríe Care Santos-, piensa en destinar un espacio privilegiado donde guardar los diferentes tipos de chocolate y enseres necesarios para su preparación.