Al que no le guste el calor, que no entre en la cocina”, dice el refrán. Efectivamente, las dos interioristas conciben la cocina como el cocoon de la casa, la estancia privilegiada en la que se reúne la familia mientras se preparan los alimentos y se come, en definitiva, el lugar donde se intercambian las impresiones del día a día y se comparten buenos momentos, un espacio muy singular porque es íntimo y colectivo a la vez. Una de las prioridades de Chone y Lluïsa en sus proyectos es crear un ambiente cálido para facilitar este diálogo cotidiano.