Las cocinas reales de Enrique VIII
Situado en el sur de Londres, Hampton Court es uno de los palacios más impresionantes de Inglaterra, tanto por su arquitectura de ladrillo rojo como por el rey que le inyectó todo el glamur: Enrique VIII. Fue el clérigo y político Thomas Wolsey quién compró Hamton Court en 1514 y Enrique VIII se le arrebató cuando no consiguió convencer el Papa de Roma para que anulara el matriomonio con Catalina de Aragón. Ya sabemos cómo continúa la historia: Enrique VIII creó la iglesia anglicana y pudo casarse con Anna Bolena.
Pero al monarca más famoso de la dinastía de los Tudor no solo le gustaba perseguir faldas, sino también comer con toda opulencia.
El palacio incluye toda extensa una ala donde todavía se pueden visitar las cocinas, una enorme fábrica de alimentos donde se producían más de 12.000 comidas en el día para alimentar toda la corte. Estamos hablando de 460 personas.
Varias salas están destinadas a la preparación de la comida y a la cocción. La más grande, con una espectacular chimenea central, permitía asar novillos enteros. Cada año se quemaban 1,3 millones de troncos en los diferentes fuegos de las cocinas. La corte de los Tudor disfrutaba prácticamente cada día de carne, lo cual era todo un priviliegio en un siglo, el XVI, en el que normamente las proteínas procedían de productos ahumados, salados o curados.
La cantidad y riqueza de la comida era el termómetro con el que se medía en la época el poder del rey. Por lo tanto, este no se estaba de nada. En las diferentes despensas se conservaban una gran cantidad de alimentos, muchos de ellos venidos de bien lejos, como por ejemplo azúcar de Irak, aceite de oliva del Mediterráneo, o jengibre de China. También tenían un jardín real con variedades poco comunes de frutas y verduras.
Además de los aposentos dedicados a guardar la vajilla y otros productos, había una inmensa bodega que todavía se conserva.
En Deulonder nos hemos fijado con la cocina de chocolate de George I, un espacio pensado exclusivamente para preparar y experimentar con el chocolate. George I, príncipe de Gales, fue el primero de la dinastía de los Hanover que reinó en Inglaterra (del 1714 al 1727).
Durante dos siglos, del 1530 al 1737, las cocinas de Hampton Court fueron un hormiguero de ir y venir, de preparar platos, de cocinar y carretear sacos. De hecho, se conoce que era un trabajo muy duro, sobre todo para los que se ocupaban de la intendencia. Para hacerse una idea del trasiego de las cocinas de Enrique VIII, podéis mirar este video. En cuanto a las recetas, aquí tenéis el menú de un día de fiesta :