Casa Decor 2019. Un espacio para estar y cocinar

Casa Decor 2019. Un espacio para estar y cocinar. Deulonder integra la zona de estar con la cocina

Casa Decor ´19 Madrid

“Al que no le guste el calor, que no entre en la cocina”, dice el refrán. Efectivamente, las dos interioristas conciben la cocina como el cocoon de la casa, la estancia privilegiada en la que se reúne la familia mientras se preparan los alimentos y se come, en definitiva, el lugar donde se intercambian las impresiones del día a día y se comparten buenos momentos, un espacio muy singular porque es íntimo y colectivo a la vez. Una de las prioridades de Chone y Lluïsa en sus proyectos es crear un ambiente cálido para facilitar este diálogo cotidiano. Para ello combinan de forma sutil un estilo hogareño y tradicional, que nos remite a los aromas de antaño, cuando se cocinaba sin prisas, con amor, y la modernidad, con una clara voluntad de crear cocinas prácticas y bien equipadas tecnológicamente, que respondan satisfactoriamente a las necesidades de las familias del siglo XXI.

Cruzando límites

Una de las novedades de Deulonder es que ha traspasado límites y ha creado una nueva línea de decoración integral para hacer extensible esta visión tan característica de la cocina al resto del hogar. Salones, dormitorios, cuartos infantiles, baños, todos los espacios pueden participar de esta visión de la domus protectora y placentera.

La propuesta para la presente edición de Casa Decor corresponde a este novedoso enfoque más global con una gran family room que incluye diversos espacios interconectados: las zonas de cocina y comedor, el cuarto para la vajilla y la mantelería, un rinconcito sala de estar con chimenea y un pequeño espacio polivalente para desayunar y descansar un rato. En conjunto, nuestra cocina invita a pasar buenos momentos en un entorno sumamente confortable y recogido, una burbuja de paz y tranquilidad que se declina en tonos cálidos: un gris piedra para las paredes en contraste con el blanco del mobiliario y la carpintería.

Aplicamos el lema “menos es más”, por este motivo hemos jugado con una selección meditada de pocos materiales, una serie de elementos que configuran un espacio sobrio, pero sin renunciar a esos detalles de interiorismo que visten una casa, como las tapicerías, el mimbre o los estores a lamas que tamizan la luz exterior. El resultado es un ambiente intemporal, que invita a disfrutar en compañía de nuestros seres más queridos, incluyendo las mascotas.

De la zona cocina destaca una elegante campana decorativa que va de un extremo al otro de la zona de cocción, con una cornisa del mismo tono que el resto de los muebles. Un detalle de esta área es el Pot Filler instalado al lado de las placas de cocción, y que permite tener agua filtrada para preparar alimentos sin tener que trasladar las ollas al fregadero. Un estante abierto a la derecha sirve para guardar las especias y los productos que más se usan a la hora de cocinar. La isla incluye un punto de agua y una barra para comer de modo informal o para sentarse a charlar mientras se prepara la comida. Está iluminada con dos lámparas negras, a conjunto con los apliques de la pared. La barra volada está soportada por unas decorativas patas torneadas. El frigorífico es un imponente aparato Sub-Zero de 120 cms, de acero inoxidable, que encuentra su eco en el fregadero, también en acero inoxidable, mientras que la cocina y el horno alto son de la casa Wolf, así como un práctico calienta platos de 76 cms.

Zona versátil desayuno y bar

El espacio cocina tiene adosado un cuarto para guardar vajillas y manteles colgados, de forma que no se arrugan y son de fácil acceso. Otra novedad de la propuesta de este año es una barra al lado del bufete desayuno, un espacio informal y polivalente, bien iluminado, en el que tanto se puede desayunar como sentarse con el portátil a escribir un correo. Anotar que el bufete desayuno cuenta con una gaveta para reciclar las cápsulas del café, puesto que en Deulonder nos tomamos muy en serio el medio ambiente y la necesidad de reciclar para protegerlo. Este mueble es una superficie de apoyo, situada entre la zona de cocción y la zona comedor, que también sirve para  otros usos ocasionales, como por ejemplo preparar un cóctel, la merienda, etc.

Las sillas de mimbre dan un toque risueño al ambiente

La zona sala de estar orbita alrededor de una chimenea que aquí es eléctrica y cumple una función meramente decorativa, pero que puede ser de gas, de forma que calienta sin necesidad de trajinar troncos arriba y abajo ni limpiar las cenizas. Delante se ha dispuesto un cómodo sofá y unas butacas para crear un rincón agradable. En uno de los laterales, una banqueta tapizada esconde una sorpresa: el zócalo contiene un cajón para la comida de la mascota del hogar, que queda recogida cuando no se necesita, y así el espacio queda despejado y ordenado.

La zona comedor cuenta con un mesa de madera de recuperación y un banco hecho a medida, tapizado en la misma gama de colores perlados del resto de la cocina. Es un espacio cosy para comer en tranquilidad con la familia y los amigos, con unas sillas de mimbre que siempre dan un toque risueño al ambiente, mientras que la lámpara tiene la pantalla negra metálica que recuerda el estilo industrial, ofreciendo un simpático contrapunto moderno.

El techo, a base de vigas en cuadrícula lacadas en blanco

Respecto a los materiales, hemos optado por productos actuales que dan buen resultado, sin olvidar una estética cuidada en sintonía con el ambiente armónico de la estancia. El suelo, por ejemplo, es un gres con acabado de parquet, mientras que los sobres son de mármol porcelánico. Tienen el aspecto de la piedra pero son mucho más resistentes y fáciles de limpiar. El mobiliario es diseño Deulonder, de estética artesanal, y lacado de color gris piedra, muy elegante. Este año hemos incorporado una cerámica en la pared de la zona cocción en un gris más oscuro que resalta.

Uno de los elementos más destacados de la cocina es el techo, a base de vigas en cuadrícula, también lacadas en blanco para dar más sensación de amplitud al espacio. En cuanto a la iluminación, es a base de focos de leds empotrados en el techo y una colección de lámparas muy singular, poniendo los puntos de luz allí donde interesa iluminar bien los espacios y las zonas de trabajo. No hay que olvidar tampoco los estores a lamas, que tamizan suavemente la luz natural. Gracias a esta iluminación graduable se pueden crear diferentes ambientes según el momento. Los interruptores y los focos son de la casa Simó.

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